En Mentapoleo.net, ya nos irás conociendo, nos encanta desempolvar viejas glorias para ver qué nos siguen contando hoy. Y si hablamos de viejas glorias con más años que Matusalén y una vigencia que asusta, no podemos pasar por alto ‘El arte de la guerra’ de Sun Tzu. Sí, ese tocho que todos hemos visto en alguna estantería, pero que pocos nos atrevemos a leer pensando que es solo para militares o CEOs agresivos. ¡Nada más lejos de la realidad!
Olvídate de batallas con espadas y estrategias de asedio. Este pequeño gran libro, escrito hace más de 2.500 años, es una guía increíblemente lúcida sobre cómo moverte por el mundo, ¡y te prometo que no te spoilearé el final de ninguna guerra! La gracia está en cómo sus principios se aplican a nuestra vida cotidiana, a esa «guerra» particular que libramos cada día.
Más allá de los campos de batalla: Sun Tzu en tu día a día
Sun Tzu no te enseña a dar un espadazo, sino a pensar antes de desenfundar. Sus ideas principales son de una sencillez aplastante y, si las miras bien, las verás reflejadas en cualquier situación:
- Conócete a ti mismo y conoce a tu «enemigo» (o a tu jefe, o a tu suegra): Antes de lanzarte a cualquier cosa, ¿sabes cuáles son tus puntos fuertes y débiles? ¿Y los de la situación o persona a la que te enfrentas? El maestro Sun decía que si conoces ambas cosas, ¡tienes el 99% de la victoria asegurada! Traducido: no vayas a una entrevista de trabajo sin saber quién es la empresa, ni te apuntes a un gimnasio si sabes que vas a tirar la toalla en dos días.
- La mejor victoria es la que no se pelea: Sun Tzu odiaba la guerra abierta. Prefería ganar sin luchar, o al menos con el mínimo desgaste. Piensa en esa discusión de pareja que supiste evitar a tiempo, o en el problema en el trabajo que resolviste con diplomacia antes de que se hiciera grande. A veces, la estrategia más brillante es la de la retirada táctica (o la de un «ok, cariño, tienes razón»).
- La importancia del terreno (o del contexto): No es lo mismo estudiar para un examen en un bar ruidoso que en la biblioteca. No es lo mismo pedir un aumento un lunes por la mañana que un viernes por la tarde. El «terreno» donde se desarrollan tus «batallas» es crucial. Sun Tzu te invita a ser astuto, a elegir el momento y el lugar adecuados.
- Engaño y flexibilidad: No siempre hay que ir con la verdad por delante (en el sentido estratégico, claro). A veces, mostrarte un poco más débil de lo que eres, o desviar la atención, puede ser una gran táctica. Y, sobre todo, ser flexible. Los planes cambian, y el sabio se adapta como el agua al recipiente. ¿Tu plan para el fin de semana se torció? ¡Genial! Ahora tienes la oportunidad de improvisar algo mejor.
¿Por qué deberías darle una oportunidad a este clásico?
Porque Sun Tzu te enseña a ser un estratega en tu propia vida sin caer en la agresividad. Te invita a observar, a planificar y a entender la dinámica de las relaciones (personales, laborales, familiares) de una forma muy práctica. Es un libro corto, fácil de leer (si te quitas los prejuicios) y cada frase es una pepita de oro que puedes aplicar al día siguiente.
Así que, la próxima vez que te enfrentes a un dilema, antes de lanzarte de cabeza, tómate una taza de mentapoleo, reflexiona un poco sobre los principios de Sun Tzu y pregúntate: ¿Cuál es mi mejor estrategia para hoy?
¿Has leído ‘El arte de la guerra’? ¿O hay otro clásico que crees que se adapta perfectamente a la vida moderna? ¡Déjame tus pensamientos en los comentarios!