El arte de vivir sin prisas

MentaPoleo: Un viaje pausado a la cultura que amamos.

Una taza de poleo y un plan: el origen de este blog

El Porqué

Empecé este blog como un espacio para compartir las pequeñas cosas que dan sabor a la vida: una receta de la abuela, una película de culto que te transporta en el tiempo o un libro que te hace sentir en casa. Aquí encontrarás un poco de todo, siempre con una pizca de humor y mucha nostalgia

Para leer

1984
1984 (George Orwell, 1949)

La distopía por excelencia. Una escalofriante advertencia sobre el totalitarismo, la vigilancia constante y la manipulación de la verdad.

81ehnhb8fpl. sl1500
Moby Dick (H. Melville, 1851)

Más allá de ser la historia de un capitán obsesionado con una ballena, es una profunda meditación sobre la obsesión, la locura y la naturaleza humana.

matar a un ruiseñor
Matar a un ruiseñor (Harper Lee, 1960)

Un recordatorio de que a veces, lo más valiente es ser amable y justo. La inocencia de Scout es el contraste perfecto para los adultos cínicos

Para oir

pink floid
The Dark Side of the Moon (Pink Floyd, 1973)

Es una obra conceptual y sónica sobre la locura, el dinero, el conflicto y el paso del tiempo. Su sonido envolvente y sus efectos de sonido son un estándar de la perfección de estudio.

revolver
Revolver (The Beatles, 1966)

Considerado por muchos críticos como el mejor álbum de la banda. Un salto creativo que introdujo la psicodelia y la experimentación en el pop.

nirvana
Nevermind (Nirvana, 1991)

Un disco para los que sienten que no encajan. Demuestra que la autenticidad, por ruidosa que sea, siempre encuentra su audiencia.

app icon free img

Donaciones recientes

Cada campaña empieza con una donación.

¡Sé quien lo haga realidad!

¿Estás dispuesto invitarme a un café?

¡Hola! Si has llegado hasta aquí, es porque valoras esas historias con sabor a pueblo, las recetas con encanto de abuela y las películas que te hacen sentir en casa. ¡Y eso es fantástico!


Este proyecto nace de la pasión por compartir los placeres sencillos de la vida, y todo el contenido —desde las recetas que probamos hasta las joyas de cine que desenterramos— requiere mucho tiempo, investigación y, sobre todo, mucho corazón.


No tienes ninguna obligación, por supuesto. Si simplemente disfrutas de la lectura, con eso me doy por pagado.

Pero si el último artículo sobre las lentejas te dio una idea para la cena, o si el análisis de ese disco clásico te hizo desempolvar un vinilo... ¿por qué no invitarme a un café virtual?